Hoy abrí mi baúl de los recuerdos, ese que estaba sellado y que prometí no volver a abrir, sin embargo me encontré con varias sorpresas, hallé los cascabeles que solía poner mi abuela en mis zapatos de bebé para saber dónde estaba metido, una envoltura de una paleta de cajeta, una playera manchada con frutsi de mango talla 8, una pieza de mi lego, un par de tornillos, un martillo sin cabeza, mi resortera favorita, una piedra con forma extraña, una curita que seguramente tapó algún raspón, mis calificaciones de la primaria, un par de sonrisas de la maestra de kinder, una rosa marchita, esa que jamás me atreví a darle a la niña que me gustaba en la secundaria, una carta amarilla, una estrechez de mente de una persona con la que me topé, un boleto de avión de regreso a México, una botella de tequila vacía, una calcomanía del mundial 98, un condón sin usar, mis besos robados, las caricias que nunca he dado, una docena de sueños rotos, una tercia de esperanzas deslavadas, la voz de mi abuela…

Hallé también los regaños y enojos de mi madre, el pantalón que usé en alguna boda, mi camiseta de superman, un aguja sin hilo, las llaves de mi primer coche, y por fin encontré el examen de química que me robé de la dirección, encontré los ojos de esa niña con la que nunca hablé, el adiós de aquella que jamás me quiso, el rostro de ese ángel que acaricio mi frente cuando ardía en calentura y un par de recetas de la abuela.

La calcomanía de mi bicicleta apache y las llantas de mi avalancha, una lata de cerveza japonesa, una lágrima de aquel funeral al que hubiera querido jamás asistir, mi sombrero de bombero, mi primer dibujo, mi pasado y mi futuro revueltos, mi presente estático…

Encontré tu voz diciéndome te quiero, tu enojo diciéndome no quiero volver, tus promesas rotas, encontré la tersura de tu piel cuando eras mía, una lágrima se anexo al baúl sin poderlo remediar, acaricie de nuevo tus ojos cerrados que aún conservo, sacudí tus sueños y los puse en la cajita de cristal donde guardo tus besos, esos que siempre fueron míos, envolví en manto de cielo tu nombre junto con tus sonrisas, esas que me dieron la vida y que ahora me la quitan…

Abrí el baúl de los recuerdos, ese… el que guardo aquí, en lo que unos llaman corazón.