Regresaste a seducirme después de tanto tiempo volviste para quedarte para siempre, te ríes de mis absurdos intentos de haberme querido deshacer de ti, después de todo nunca me dejaste, que a lo largo de mi vida siempre has estado conmigo, de alguna u otra forma por más que me aleje regresas sabiendo que te esperaré, y algunas otras yo soy quien salgo corriendo a refugiarme entre tus brazos que jamás me has negado…

Me pides que me relaje, y me haces recordar que en mis peores momentos tú eres la única que jamás ha faltado a mi llamado, que en cambio yo he sido un ingrato por no convivir contigo en mis momentos felices, que cuando he abierto la boca para ser escuchado tu siempre has prestado atención, y las mil y una noches que he llorado desconsolado, eres únicamente tú la que permanece a mi lado sin ningún reproche.

De nueva cuenta quieres que nos fusionemos en uno, pero es que acaso no entiendes que no me gustas, que cada que regresas mis sentimientos son de absoluta tristeza, las ideas que metes en mi cabeza, las lágrimas que invariablemente logras sacar de mis ojos, lo opaco que se ve todo a tu lado…

Me dices nuevamente que ya no te irás, que has entendido que es conmigo con quien has de permanecer hasta que yo me arranque la vida, me cortas la poca alegría que me quedaba de un golpe, me robas los sueños y haces pedazos mis esperanzas, escondes mi fe, fracturas mi sonrisa, le pones un gran peso a mis hombros y te burlas de mí. 

Yo no te llamé, me esforcé por sacarte para siempre de mí, te detesto eres lo peor que puede pasarle a cualquier persona, hieres, lastimas y desangras, no inundes mi cuarto con tu fragancia, no alimentes mi vacío de ti, lárgate maldita soledad…

…por favor…